La ciudadanía europea tiene en su carácter dinámico y dialogante su principal valor: es inclusiva y se basa en la diversidad cultural de sus miembros. Por este motivo, dado que la religión constituye un elemento paradigmático de la cultura, el desarrollo del pluralismo religioso y la puesta en práctica de estrategias para garantizarlo, especialmente en los centros escolares, son factores relevantes a la hora de salvaguardar la dimensión intercultural de Europa. En este sentido, integrar el pluralismo religioso en la educación es clave para concienciar a la sociedad y lograr la cohesión social a la hora de construir un modelo democrático de ciudadanía europea.
Este proyecto se centra en crear un método pedagógico innovador basado en la participación que permita desarrollar habilidades transversales relacionadas con la multiculturalidad y la integración. Asimismo, el principal objetivo es garantizar el derecho de los niños a una total integración gracias a una mediación intercultural y religiosa adecuada.